"De repente, se desató sobre el lago una violenta tormenta, con olas que entraban en el barco. "Pero" Jesús dormía"
Mateo 8:24-27
Hay tormentas, situaciones imprevistas que golpean con tanta fuerza y son tan inmensas como la que se les presento a los discípulos en la barca, estando con el Señor.
Se dice que en este mar de Galilea o de Tiberíades, los vientos parecen soplar en todas direcciones al mismo tiempo, además se originaban de repente.
Se parece esto un poco a estas “Tormentas Perfectas” que aparecen en nuestro caminar sin previo aviso y algunas al mismo tiempo.
Con todo podemos estar seguros de que Jesús sabía que se iba a levantar esa terrible tempestad.
¡NADA LE TOMA POR SORPRESA DE LO QUE A TI Y A MÍ NOS ESTÉ PASANDO! - Sencillamente era y es un “examen más de fe” - Por eso la llamo “Tormenta Perfecta”
NO ES PARA DAÑAR MUCHO MENOS DESTRUIRNOS.
"PERO JESUS DORMÍA" - Por mas que nos parezca que está callado, por más que parece "que duerme" El conoce y está atento a todo panorama que aparezca inesperadamente
¡SEÑOR, SÁLVANOS, ¡PARECE QUE NOS AHOGAMOS!
La Tormenta Perfecta es cambiada por una Quietud Perfecta.