Y Booz dijo a su criado el mayordomo de los segadores: ¿De quién es esta joven? 6 Y el criado, mayordomo de los segadores, respondió y dijo: Es la joven moabita que volvió con Noemí de los campos de Moab; 7 y ha dicho: Te ruego que me dejes recoger y juntar tras los segadores entre las gavillas. Rut 2:6-7.
Leer: Génesis 29:1-11; Salmos 23; Juan 21:15-17
Cuando Booz va a sus campos y encuentra a una joven que no había visto antes, dice: “Bueno, ¿Quién es esta, de dónde salió?”. Para él lo más importante era la gente que trabajaba bajo su responsabilidad. El criado, mayordomo de los segadores, respondió que era la moabita que había vuelto con Noemí, y pidió que le dejasen trabajar.
Algo que debemos tener muy claro es que Rut salió a buscar trabajo, y no marido; un trabajo que es digno, pues ella era una mujer trabajadora, como nos lo muestra en el versículo: “desde muy temprano en la mañana y sin descansar ni por un momento”. Puntos clave que nos muestran características sobresalientes de ella.
Rut era una mujer laboriosa al igual que Raquel ¿Quién era Raquel? Hay un pasaje, una historia, en Génesis 29, cuando Isaac le dice a su hijo Jacob que se vaya a la tierra de su mamá, a Aram, tierra de los arameos, pues en ese lugar encontraría mujer para él.
Él se fue, y nos dice el versículo segundo: “Y miró, y vio un pozo en el campo; y he aquí tres rebaños de ovejas que yacían cerca de él, porque de aquel pozo abrevaban los ganados; y había una gran piedra sobre la boca del pozo”. Entonces él entabla una conversación con los pastores que estaban allí, y pregunta por Labán su familiar, y justo en ese momento llega Raquel con las ovejas; ella era pastora de ovejas.
Estaban otros pastores también, eran hombres, pero ella era una joven bellísima. Encontramos que es una mujer laboriosa también. Mientras Jacob hablaba con los pastores, Raquel vino con el rebaño de su padre, porque era pastora. Jacob fijó sus ojos en ella, pensando “¡esta es la hija!, ¡Esta es descendiente de Nacor, la hija de Betuel!” Y sucedió que “cuando Jacob vio a Raquel, hija de Labán hermano de su madre, y las ovejas de Labán el hermano de su madre, se acercó Jacob y removió la piedra de la boca del pozo, y abrevó el rebaño de Labán hermano de su madre”. Él lo hizo, removió la piedra, para que las ovejas allí abrevaran y se saciaran del agua; y luego la Palabra nos dice: “Y Jacob besó a Raquel, y alzó su voz y lloró”.
La historia es bastante interesante, finalmente él va con Raquel a la casa de su papá. Después de un tiempo y trabajo, él toma a Raquel por mujer, posterior a algunos eventos con Lea, la hermana. Pero no olvidemos que Raquel sería la madre de José y de Benjamín.
Qué maravillosos son los planes de Dios y la importancia de que Jacob fuera pastor de ovejas, así como lo era Raquel, una mujer laboriosa, una pastora, cuya descendencia también lo sería. En los planes perfectos de Dios esto influiría en todas las naciones.
"Señor mi Dios, me acerco a ti, nuevamente presto mis oídos a tu Palabra, a tu voz mi Señor, donde me enseñas acerca de dos mujeres, Raquel, pastora de ovejas, y Rut, aquellas que fueron instrumentos de bendición tuyos, Señor. Hoy esto quiero Señor, entregarte mis manos para bien, para ser de bendición. Yo te doy gracias por todas aquellas mujeres laboriosas, trabajadoras, que, así como Rut y Raquel, han sido incansables, son de bendición para sus esposos. Hoy tomo la decisión de ser instrumento de bendición para mis hijos, para mi descendencia, entregarte mis manos para que tú las utilices siempre para cumplir tus planes".
