Muchas mujeres hicieron el bien; Mas tú sobrepasas a todas. Engañosa es la gracia, y vana la hermosura; La mujer que teme a Jehová, esa será alabada. Dadle del fruto de sus manos, Y alábenla en las puertas sus hechos.
(Proverbios 31:29-31)
¿Por quién es alabada? No es por extraños, es por su marido.
No quiere decir que le hace cumplidos, alabar aquí significa que lo hace público, no se toma todo el crédito él, sino que lo dice: “al lado mío tengo una mujer virtuosa”. No olvidemos que la mujer virtuosa es herencia de Dios, es una mujer prudente.
Es alabada porque teme a Dios, es alabada por sus hechos.
Una mujer virtuosa bienaventurada por sus hijos, alabada por su marido, alabada en las puertas. Ella no lo busca pero eso es lo que causa la mujer virtuosa.
También vemos que la bondad postrera es mejor que la primera, y dice, mas tú sobrepasas a todas ellas.
Es una mujer que hace el bien, y cada día su bien es mejor que el anterior. Esto porque es una mujer temerosa de Dios.
¿Qué se puede esperar de una mujer sin temor de Dios?
Todo esto que hemos visto, los puntos anteriores, se borran; es más, ni se manifiestan, porque una mujer que no tiene temor de Dios no puede tener estas características.
Es el temor de Dios lo que trae gracia a su vida, la cual en sí misma produce una hermosura interna, una verdadera belleza; una mujer con belleza externa puede ser admirada, pero una mujer con gracia es alabada. Todo lo que es en su interior, es reflejado en su exterior, es inefable y es eterno.
Esa mujer que es esforzada, que no come pan de balde, que trabaja su heredad, su viña, también recoge el fruto de ella, y recibe el fruto de sus manos: “dadle del fruto de sus manos”. No es una mujer que exige, a ella se le da el fruto de sus manos, por ejemplo: a su familia, para criar a su descendencia, por eso recibe el fruto como consecuencia de ser una mujer temerosa de Dios, de ser bondadosa, de prever para los suyos, ser prudente con los suyos, no habla mal de los demás , ni habla por hablar , no es calumniadora, ni se burla del mal ajeno , por eso recibe el fruto de sus manos.
Padre te doy gracias , tu eres bueno y misericordioso.
Herencia del Señor es una mujer prudente y su lámpara nunca se apaga.
Una mujer que vela por toda su casa.
Padre que tu bendición sea sobre mí vida y mí familia en este día.
Amén
