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Puedes hacerlo, y disfruta de la Presencia de Dios en el auditorio CBI.
En nuestra sede en el barrio Recreo, estamos abiertos los sábados en los horarios de 9:00 am y 5:00 pm
y los domingos en el horario de 9:00 am.

¡Nos emociona que hayas venido!

En CBI creemos que estar juntos es mejor.
Nuestro mayor deseo es ayudarte en tu crecimiento espiritual
y que descubras todo lo bueno que Dios tiene para ti.

Nuestra Misión es sencilla:
Establecer el Reino de Dios sobre la tierra,
bajo la dirección del Espíritu Santo.

Nuestros pastores

Somos una iglesia con visión misionera nacional e internacional,
orientada hacia la promulgación y enseñanza de la Palabra de Dios
para la salvación y la alimentación espiritual del hombre.

Nuestros pastores principales,
Edgar Sandoval y Ester Rosero
tienen un corazón dispuesto para llegar a nuestra ciudad y sus alrededores
con el mensaje transformador de la Palabra de Dios.

jueves, 7 de agosto de 2025

Jueves 7 de agosto


“En cuanto a mí, a Dios clamaré; y Jehová me salvará. Tarde y mañana y a mediodía oraré y clamaré, y él oirá mi voz” (Salmo 55:16-17)

Leer: Salmo 143:8-10; Salmo 42:1

El rey David había descubierto que la oración producía un cambio benéfico y productivo en aquel que la practica.

 Entendía que nada le hacía tanto bien a su vida como la oración, la encontraba de provecho para su espíritu, su mente y su cuerpo, era la mejor defensa contra sus enemigos porque mientras ellos acudían a alianzas ante las cuales muchas veces terminaban siendo los grandes perdedores , él perseveraba en la búsqueda de Dios, pues estaba seguro que ésta era su victoria, Su ruta, su camino, su descanso espiritual, su estrategia militar era la oración.

 A través de ella siempre encontraba todo lo que podía necesitar  de allí que exprese palabras tan  hermosas como:

“¿A quién tengo yo en los cielos sino a ti? Y fuera de ti nada deseo en la tierra. Mi carne y mi corazón desfallecen; mas la roca de mi corazón y mi porción es Dios para siempre. Porque he aquí, los que se alejan de ti perecerán; Tú destruirás a todo aquel que de ti se aparta. Pero en cuanto a mí, el acercarme a Dios es el bien; he puesto en Jehová el Señor mi esperanza, para contar todas tus obras” (Salmo 73:25-28).

¿Por qué el rey David había adquirido el hábito de orar y clamar tres veces al día? Sus grandes necesidades, los innumerables peligros que tenía que enfrentar, las decisiones sabias que tenía que tomar y que afectarían a toda una nación, así lo requería y estaba seguro en el amor y respaldo de Dios .

También usted,  puede orar y clamar. Recuerde que clamar implica vehemencia, ahínco, grito de urgente necesidad, es llamar la atención y requerir la ayuda del único que nos la puede brindar. Invoque al Señor en cada circunstancia de su vida, antes que hacer cualquier otra cosa. Hágalo mañana, tarde y noche, y se sorprenderá.