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Puedes hacerlo, y disfruta de la Presencia de Dios en el auditorio CBI.
En nuestra sede en el barrio Recreo, estamos abiertos los sábados en los horarios de 9:00 am y 5:00 pm
y los domingos en el horario de 9:00 am.

¡Nos emociona que hayas venido!

En CBI creemos que estar juntos es mejor.
Nuestro mayor deseo es ayudarte en tu crecimiento espiritual
y que descubras todo lo bueno que Dios tiene para ti.

Nuestra Misión es sencilla:
Establecer el Reino de Dios sobre la tierra,
bajo la dirección del Espíritu Santo.

Nuestros pastores

Somos una iglesia con visión misionera nacional e internacional,
orientada hacia la promulgación y enseñanza de la Palabra de Dios
para la salvación y la alimentación espiritual del hombre.

Nuestros pastores principales,
Edgar Sandoval y Ester Rosero
tienen un corazón dispuesto para llegar a nuestra ciudad y sus alrededores
con el mensaje transformador de la Palabra de Dios.

viernes, 11 de julio de 2025

Viernes 11 de julio


“…Humillaos, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que él os exalte cuando fuere tiempo” (1 Pedro 5:6).

Leer: Lucas 18:9-14

El término “humillarse”, se define como: Rebajarse voluntariamente, doblegar el orgullo, arrodillarse. Despojarse alguien de su estatus, renunciar a su voluntad.

Estas frases representan condiciones que el hombre no quisiera vivir por ningún motivo. Todos los seres humanos buscan el éxito y el reconocimiento de otros. La gran mayoría dedica su vida y hace lo que sea necesario con tal de llegar a ser reconocido por los demás. Muchas veces, con tal de conseguir sus metas, terminan sacrificando lo verdaderamente importante como su familia o su salud. Obtienen triunfos parciales, que al final sólo les dejan una sensación de vacío y de fracaso.

Dios como padre quiere lo mejor para sus hijos y que estos progresen y vuelen muy alto. Él quiere que cada uno de sus hijos viva una vida de excelencia y refleje su gloria al mundo. Él mismo se compromete a bendecir al hombre y a prosperarlo de manera integral, pero también ha establecido el camino para que esto suceda: Que el hombre se humille ante Él.

Sólo aquel que aprende a depender de Dios, creyéndole, obedeciéndole en todo, rindiendo su voluntad a Él, viviendo para sus planes y propósitos divinos, experimentará la bendición integral, la cual abarca todos los aspectos de su vida. Nuestro máximo ejemplo de humillación ante Dios fue Jesucristo, quien se despojó por amor a nosotros de su condición divina, tomando forma de siervo y exponiéndose al vituperio y a la muerte. Pero la justicia de Dios no se haría esperar. También le exaltó hasta lo sumo, dándole un nombre que es sobre todo nombre, colocándolo por encima de todo lo creado, sentándolo a su diestra y exaltándolo: “… para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo e la tierra; y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre” (Filipenses 2:10-11).

¿Delante de quién se humilla usted, del hombre o de Dios? ¿Cuál éxito busca, el que da el mundo o el que da Dios?