“Pero hay algo que quiero que sepan: la cabeza de todo hombre es Cristo, la cabeza de la mujer es el hombre, y la cabeza de Cristo es Dios.”
1 Corintios 11:3 .
“Sin embargo, entre el pueblo del Señor, las mujeres no son independientes de los hombres, y los hombres no son independientes de las mujeres.”
1 Corintios 11:11 .
TU BENDICIÓN ESTA EN HONRAR TU CABEZA
Estos dos pasajes me muestra el orden de Dios en el que estableció autoridad en la tierra.
Primero La cabeza de Cristo es Dios el Padre, Jesús dijo: No hago nada por mi propia cuenta, lo que oí de mi Padre, eso hago.
Jesús, no hizo nada por si mismo, o para si mismo, vivió para obedecer al Padre, para honrar al padre obedeciendo.
LA CABEZA DEL HOMBRE ES CRISTO.
Para ejercer autoridad como hombre tiene que estar bajo autoridad, la autoridad de Jesucristo. Muchos hombres quieren que su esposa o hijos estén sujetos, pero ellos no se sujetan a nadie, no se sujetan a Cristo, quieren vivir en su propia ley, quieren que les obedezcan, pero ellos no obedecen a Dios, ni a su palabra. Jesús, se sujetó al Padre, como principio, si otros se iban a sujetar a El, El se sujetaba a Dios.
EL HOMBRE CABEZA DE LA MUJER.
En el siguiente orden, la mujer tiene como cabeza al hombre, porque fue primero. Así que la honra de una mujer, está en este principio. Cuando una mujer se sujeta está cumpliendo con su rol, está siendo respetada y adquiere autoridad espiritual.
El principio de la autoridad espiritual está en Ser sumisos el uno del otro y todos a Cristo.
“Sin embargo, entre el pueblo del Señor, las mujeres no son independientes de los hombres, y los hombres no son independientes de las mujeres.”
1 Corintios 11:11
Te cases o no, si eres mujer, necesitas hombres en tu vida. Si eres hombre, necesitas mujeres en tu vida. ¿Por qué? Porque nadie tiene la imagen completa de Dios. Las mujeres obtienen una parte, los hombres obtienen otra parte, y nos necesitamos unos a otros.
Dios nos conectó de esta manera, Dios pensó en el género, Dios pensó en el sexo, y Dios pensó en el matrimonio.
¿Alguna vez te preguntaste por qué Dios hizo al hombre y luego un poco más tarde a la mujer? ¿Por qué no los hizo a los dos al mismo tiempo?
Creo que lo hizo en beneficio de Adán, creo que quería que Adán se diera cuenta de cuanto necesitaba a la mujer en su vida. Así que ambos nos necesitamos y el deseo de Dios es que tanto hombre como mujeres estemos sumisos el uno del otro, sirviéndonos el uno del otro en amor; Cada uno cumpliendo su rol y asignación, sin ser más ni menos, cada quien haciendo el propósito por el cual fue puesto en la tierra, en la familia.
Medita: Por qué crees que no sujetarse revela problemas sobre nosotros mismos?