“Cuando ellos se llevaban a Jesús, sucedió que un hombre llamado Simón, que era de Cirene, venía del campo. Los soldados lo agarraron, pusieron la cruz sobre él y lo obligaron a cargarla detrás de Jesús.”
Lucas 23:26 .
En un momento de vulnerabilidad para Jesús debido a su agotamiento físico, venía de muchas horas de estar siendo golpeado, puesto bajo prueba emocional y físico; Jesús desfalleció, por lo que los soldados impusieron la cruz a un hombre llamado Simón, de la región de Cirene.
El fue abordado para llevar la cruz de un reo a muerte.
Su vida no pudo ser igual y aunque su nombre, no aparece más en la biblia, hay una reseña que muestra lo que pasó en su casa.
En Marcos 15:21 dice que tenía dos Hijos “Un hombre llamado Simón, que pasaba por allí pero era de Cirene, venía del campo justo en ese momento, y los soldados lo obligaron a llevar la cruz de Jesús. (Simón era el padre de Alejandro y de Rufo).”
Marcos 15:21 NTV
“Saluden a Rufo, a quien el Señor eligió para hacerlo suyo; y también a su querida madre, quien ha sido como una madre para mí.”
Romanos 16:13 NTV.
Años más tarde, el Apostol Pablo envía un saludo a Rufo, a quien el Señor hizo suyo, envía un saludo a su madre, quien es como una madre para el apóstol. Esto denota que la casa de Simón fue bendecida y que sus hijos en especial Rufo servían a Jesús. Hubo recompensa generacional por este hombre llevar la cruz de Jesús.
El Señor nos muestra un ejemplo de vida con Simón de Cirene, muchas veces vamos a hacer lanzados a llevar la cruz de otros, la cruz del propósito en otros, a veces no será nuestra cruz, pero es la de alguna persona que tiene un propósito, una asignación de Dios, y se hace vulnerable. Tal vez pase por pruebas y se haga vulnerable físicamente, emocionalmente o aún espiritual pero nuestra misión es ayudarlo a llevar su cruz, su misión y propósito de vida, ser ese hombro, ese apoyo, esa fuerza para que siga y termine con su misión.
Como líderes necesitamos ayuda espiritual, emocional y física, necesitamos esos Simón, que estén dispuestos a dar la milla extra para ser ese apoyo, que tengan la actitud de cargar en su hombro la Cruz. No será su cruz, sera la nuestra, pero hay momentos en que no podemos y necesitamos ayuda.
Cuando un líder se hace vulnerable, la reacción del ser humano es juzgar, criticar, burlarse, hablar, pero podemos tomar también la actitud de apoyar, de ayudar para que termine con su misión, es una decisión cómo actuamos
Necesitamos tomar el ejemplo de Simón, de estar dispuestos a ser quienes ayudemos a personas a cumplir con su misión de vida.
Cómo podemos ayudar a otros a llevar la cruz cumplir con la misión?
Orando por sus necesidades y pidiendo al Señor la fortaleza, la sabiduría, la gracia para cumplir con su asignación. Ayudando a levantar sus brazos. Como Aarón y Hur ayudaron a Moisés. Éxodo 17:12
Hay personas que salen huyendo, corriendo de un lugar, de una familia, de una empresa, de la iglesia, de la célula de cuidado, cuando ven debilidades o vulnerabilidad en otros, en los líderes, jefes, pero te invito a que antes de salir corriendo, le digas al Señor:
Señor guíame y ayúdame para ser un apoyo en este momento de debilidad, Señor que quieres que yo haga para ayudar a que ellos y todos cumplamos con la misión.
La forma de ayudar es tomando la cruz y no de ser un espectador.