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miércoles, 4 de mayo de 2022

Me comprometo a dar generosamente


Dice la Biblia que Dios ama al dador alegre, así que partiendo de esta verdad podemos decir que Dios se complace en contestar las oraciones de alguien que disfruta de ayudar a otras personas y vive en función de ello. Por lo cual no solo guiará su oración sino que le hará abundar en recursos para toda buena obra.

El mejor sermón de todos [el Sermón del Monte] (Leer: Mateo 6:19-21)
Cuando Jesús nos dijo que no nos dedicáramos a acumular tesoros no quiso decir que no ahorráramos sino que se concentró en la cuestión del corazón y el dinero. Al no tener que «acumular» la consecuencia natural es dar, de modo que «acumulemos» tesoros en los cielos al ser de bendición para otras personas.

El cambio en las congregaciones locales
El tema del servicio y el dinero se ha convertido en tabú, debido en parte al estilo de vida lujoso de algunos pastores y al excesivo énfasis de algunas iglesias al recoger ofrendas. Por lo cual muchos miembros deciden si dar o no de acuerdo a si les parece o no apropiada la manera en que la iglesia invierte sus recursos.

El factor de la alegría (2 Corintios 9:7)
Cuando demos, debemos asegurarnos de dar con alegría, no creyendo que estamos dando “nuestros” fondos sino soltando y disfrutando del acto, como cuando damos un regalo. Tampoco es obligación, no damos para “cumplir” o agradar a alguien, sino a Dios.

El plan de acción
¿Cómo transitamos con obediencia el camino de dar?
  • Pon el tema en oración. (Santiago 1:5)
  • Entiende que Dios es ilimitado y recompensa tu generosidad. (2 Corintios 9:6)
  • Simplemente hazlo sin dudar, de buena gana, sin reservas, que Dios se encargará del resto.

Puntos a reflexionar
  1. ¿Por qué algunos miembros han desarrollado una mentalidad consumista y cómo afecta esto su manera de dar en la iglesia?
  2. ¿Cómo describirías a una dador alegre según lo que dice Pablo en 2 Corintios 9:7?
  3. Anota varias cuestiones claves sobre el dinero y la generosidad expresadas en Mateo 6:19-24.
  4. ¿Por qué lo que damos debe estar motivado por un deseo voluntario y no por pautas legalistas?