«Por eso les digo que todas las cosas por las que oren y pidan, crean que ya las han recibido, y les serán concedida» (Marcos 11:24)
Cuando estás orando, creyendo, tú recibes lo que estás pidiendo. Pero, lo recibes no cuando se manifiesta, lo recibes antes que se manifieste.
Por la fe ya es tuyo, cuando oras, cree que lo has recibido, cree que ya es tuyo, y entonces lo recibirás.
FE es ir hacia el mundo invisible o sobrenatural donde está la Promesa de Dios , tomarla y traerla a la realidad, al mundo natural o visible.
En el mundo invisible o espiritual por la FE tú tomas esa Promesa sea de bendición, victoria, sanidad, prosperidad financiera, vida, gozo, salvación, paz. Cuando tú oras eso, creyendo, entonces todo lo que estás pidiendo ya es tuyo. Oraste por sanidad creyendo, eres sano ahora, y se manifiesta después. El Señor le habló una palabra a la higuera: «¡Que nadie vuelva a comer fruto de ti!». A la mañana siguiente, cuando pasaron cerca de la higuera, vieron que esta se había secado de raíz. Cuando el Señor le declaró la palabra en el mundo invisible o espiritual sus raíces fueron secadas, y luego se hizo realidad en el mundo visible o natural. Lo que tú oras creyendo, en ese momento recibes que ya es tuyo, que está hecho. Y lo que tú ves en el futuro no es lo que recibiste, sino la manifestación de lo que recibiste cuando oraste creyendo porque ya era tuyo.
Ese milagro por el que has estado orando y creyendo, ya es tuyo, y viene de camino a manifestarse, tiene tu nombre, tiene día y hora de cumplimiento en el Nombre Poderoso de JESÚS.
